Blasphemous
Quizás es momento de confesar algo. Mi primer souls, Dark Souls, lo jugué con guía (¡Oh! ¡Qué vergüenza! Exclama el público…).
Shame on me
Hay dos cosas importantes que nacen de esa afirmación; mi primer soulslike fue el más lento de todos. Y en este jamás me perdí ni tuve que descubrir nada por mi cuenta. Siempre supe cómo encontrar el DLC, cómo obtener los finales y dónde encontrar cada uno de los objetos.
¿Qué tienen de relevante estas dos cosas para Blasphemous? Pues que este título hace muchas cosas similares al primer souls (el que es de mis juegos favoritos), y aún así no me gustó. En esta nota trataré de explicar y, al mismo tiempo, entender el por qué de esto.
Tengo que partir dando a conocer mis expectativas. A mí me vendieron Blasphemous como un metroidvania. Mis mayores recuerdos con metroidvanias son Hollow Knight y ENDER LILIES. El primero está bien cerca de ser el mejor juego de todos los tiempos, mientras que el segundo es un juego muy correcto, poco más y poco menos.
Blasphemous no se parece en nada a estos juegos.
Al menos para mí, la característica esencial de los metroidvania es el backtracking, el tener que volver por nuestros pasos luego de adquirir una nueva habilidad que nos permitirá llegar a nuevos lugares que antes no podíamos. En este título esto no pasa hasta pasada la mitad, además de que ninguno de los lugares a los que llegamos es necesario para terminarlo (de hecho, las habilidades que obtenemos ni siquiera son mejoras de movimiento).
Y esto no tiene nada de malo. Mi problema fue que me dijeron que era un metroidvania, y tuve expectativas distintas a lo que terminó siendo realmente el juego.
En ese sentido, Blasphemous se parece muchísimo más a Dark Souls que a otra cosa. Hay un par de lugares a los que podemos ir en cualquier orden, y estos abren un camino hacia el final, mientras que el conocimiento (tanto sobre el juego como sobre la historia) que vamos adquiriendo nos permitirá encontrar nuevas zonas opcionales que podrían (o no) tener repercusión en el final.
Pero siento que Blasphemous lo hace peor, y tengo el presentimiento que el que jamás haya tenido que encontrar algo por mi cuenta en Dark Souls es lo que me hace pensar eso. No obstante, al mismo tiempo, todo el resto de souls los jugué sin guía, y nunca me sentí tan perdido en qué estaba haciendo como con este título.
Quizá es que los personajes tienen nombres rarísimos, o que las zonas, visualmente, nunca me provocaron nada. O que, incluso leyendo todas las descripciones de los objetos, nunca sentí que estas tuvieran una historia con sentido, o que influyeran en el mundo del juego. Tal vez fue que, al mismo tiempo, tampoco sentí que el mundo, mecánicas y/o historia estuvieran tratando de comunicar algo.
Jeff Ramos, en su review para Polygon, dice algo sobre el diseño de personajes que creo que se puede extender al resto del juego: Without more depth the character design can sometimes seem like more of a metal album cover than any kind of actual commentary on, well, anything. (Sin mayor profundidad, el diseño de personajes a veces se siente como una portada de un álbum de metal en vez de algún tipo de comentario sobre, bueno, cualquier cosa).
Además de eso (que vendría siendo mi mayor problema con Blasphemous), se suman otras cosas que no hacen más que manchar aún más mi experiencia con el título:
El control es terrible. No sé si es a propósito para tratar de ser old school, pero plataformear se siente realmente como si estuvieras jugando a un juego de los años 80, mientras que el combate tiene decisiones bien cuestionables, como que el ataque cargado se ejecute después de hacer un ataque normal, o que hayan muchos combos que no puedes ejecutar porque los enemigos nunca se aturden durante el tiempo necesario.
Las peleas contra los jefes suelen ser maravillosas eso sí. Lástima que no recuerde el nombre de nadie porque se llamaban tipo NUESTRA SEÑORA DE LA FAZ DENEGRIDA.
Ni siquiera es una señora :(
El diálogo se pasa un poco de críptico. Sé que es hipócrita que lo critique, porque Dark Souls/Bloodborne/Elden Ring hacen lo mismo, pero donde los juegos de From Software suelen dar en el tono preciso, Blasphemous se pasa para el extremo en que a veces las frases están, de frentón, mal dichas, considerando que hay un personaje que nos dice Vigilad los vuestros pasos (y no es problema de traducción porque el juego es español).
Las misiones son tal cual Dark Souls; imposibles de seguir. Pero donde en ese juego que he referenciado demasiadas veces en esta nota sirven para encontrar algo de lore y/o quizás algún ítem, en Blasphemous son absolutamente necesarias para encontrar zonas completas y encontrar los finales verdaderos del juego. Y sí, hay un par de finales que están ligados a algunas quest en Dark Souls 3 y en Elden Ring, pero se entiende el punto.
El pixel art, que es exquisito y muy detallado, está muy mal aprovechado (salvo en una ocasión). Por otro lado, la música es súper olvidable y poco reconocible, y en los jefes no cumple la función de hacer más memorables las peleas.
Y un párrafo con spoilers (no son tan terribles):
Hay mecánicas muy mal pensadas. Los corazones para la espada, que dan habilidades únicas, nunca valen la pena porque el beneficio que dan nunca es suficiente para justificar las debilidades que imponen. El que solo puedas equiparte 3 habilidades de exploración (no recuerdo como se llaman) no tiene ningún sentido porque, literalmente, puedes abrir el menú y cambiarlas en cualquier momento. Tampoco tiene sentido que mueras si es que caes en alguna sección que, si abres el mapa, tiene otra sección abajo. Sé que hay una habilidad para evitar esto… pero, en primer lugar, ¿¡por qué esto es una habilidad!?
...
Me encantaría que me gustara Blasphemous. Siento que me debería haber encantado. Ese pixel art exquisito, esa forma críptica de contar el lore, y esas épicas peleas contra jefes suelen ser mi kriptonita… pero esta vez no fue así.
Aunque no me desagradó tanto como para no darle una oportunidad a la secuela, no puedo recomendar este título. Hay otros juegos similares en el mercado que hacen las cosas mucho mejor.